La rodilla destrozada
Ayer me volví a arruinar la rodilla, creo que no es tan grave, seguro que se pasará en algunos días. El cuerpo siempre se da formas para sanar por su cuenta, incluso cuando uno no quiere.
Para pasar el dolor y el aburrimiento de la noche me puse a ver un documental sobre la mafia de los dirigentes futboleros. Estuve como cuatro horas en eso, después vi las noticias y solamente mencionaban el boicot al mundial. No entendía nada, mezclaban inclusión social, derechos humanos, sistemas políticos, corrupción y decadencia humana con el fútbol; es decir, todos esos temas se entremezclaban con veintidós personas corriendo detrás de una pelota.
Me sentí mal pues siempre fuí un hincha bastante básico, cuando veo un partido me paso la mayor parte del tiempo bebiendo y charlando de cualquier otra cosa. Eso sí, me gusta el fútbol porque me da la impresión de que la vida es así de sencilla, que lo único importante es sentirse feliz después de meter un golazo. Claro, hay que tener cuidado de que el defensa no venga fuerte y te meta una patada.
Ayer me volví a arruinar la rodilla, creo que no es tan grave, creo que el pobre defensa estaba peor.